Ponte mis zapatos, te los presto.
Anda, levántate y camina como lo he hecho yo, hasta hoy.
Comprobarás que no ha sido fácil hacerlo.
Entonces, no juzgues mis acciones, no tienes autoridad para hacerlo.
Yo no juzgo las tuyas.
¿O acaso consideras, que eres un digno ejemplo a seguir?
Tu silencio me dara la respuesta.
Fuente; Resilentes.







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