Había una vez un gusano y un escarabajo que, a pesar de sus diferencias, eran grandes amigos. Un día, la compañera del escarabajo empezó a cuestionarle la amistad hacia el gusano. Tal fue su insistencia que el escarabajo decidió poner a prueba la amistad alejándose un tiempo para esperar a que el gusano lo buscara.
Pasó el tiempo y se enteró, a través de una abeja, de que el gusano se estaba muriendo de tanto esfuerzo, ya que cada día emprendía un largo camino para llegar hasta su amigo.El escarabajo decidió ir a visitarlo y, al reencontrarse, el gusano, ya muy débil, le dijo cuanto se alegraba de ver que estaba bien. Sonrió por última vez y se despidió de su amigo, sabiendo que nada malo le había pasado. El escarabajo, avergonzado por haber confiado su amistad en otros oídos que no eran los suyos, entendió que el gusano, a pesar de ser tan diferente a él, era su fiel amigo. Y, sobre todo, aprendió que el tiempo y la distancia no destruyen una amistad, son las dudas y nuestros temores lo que más nos afecta.
FUENTE: REVISTA PRONTO
[el rincón del pensamiento].
Ilustración; Créditos a quien corresponda.
Edición y arreglos: Marian Gómez.
•La amistad está en ti y no en los demás. Si la cultivas en tu propio ser, encontrarás el gozo del amigo.
•El tiempo no condiciona las amistades. Tampoco lo hacen las razas ni las limitaciones propias o las ajenas.
•El tiempo y la distancia no son los factores que destruyen una amistad. La destruyen las dudas y nuestros temores.
•Cuando pierdes un amigo, una parte de ti se va con él. Las frases, los gestos, los temores, las alegrías, las ilusiones... todo lo que ambos compartieron en el tiempo, se va con él.
El escarabajo murió poco después. Nunca se le escuchó quejarse de quien mal lo aconsejó, pues fue decisión suya el prestar oídos a las críticas sobre su amigo.
Si tienes un amigo no pongas en tela de juicio lo que él es, pues sembrando dudas cosecharás temores.
No te fijes demasiado en cómo habla, cuánto tiene, qué come o qué hace, pues con ello estarás echando en saco roto tu confianza.
Reconoce la riqueza de quien es diferente a ti y, aun así, está dispuesto a compartir contigo sus ideales y temores.
La esencia del gusano y el escarabajo se volvieron una sola en el plano más allá de esta vida.
No sé si eres el gusano y yo el escarabajo, o al revés, pero seguro que somos distintos y que nos movemos en planos diferentes. Yo, aunque sea gusano, te seguiré buscando día a día; pero si fuera escarabajo, no prestaré oído a las críticas, vengan de donde vengan.
Si fuera gusano, ignoraré lo grotesco que me puedas parecer. Si fuera escarabajo, haré uso de mis habilidades para servirte.
"Voy a pasar por esta vida una sola vez. Cualquier cosa buena que yo pueda hacer o alguna amabilidad que pueda hacer por alguien, debo hacerla ahora, porque no pasaré de nuevo por aquí".
MADRE TERESA DE CALCUTA.
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