
Para poder seguir con nuestra vida y disfrutarla de una manera plena debemos aprender a perdonar y a sanar aquello que nos hizo daño en el pasado.
El perdón es la única manera de sanarnos. Podemos elegir perdonar porque sentimos compasión por nosotros mismos, podemos dejar marchar el resentimiento y declarar «¡Ya basta!, no volveré a ser el gran juez que actúa contra mí mismo, no volveré a maltratarme ni agredirme, no volveré a ser la víctima».
Una vez te perdones a ti mismo, el autorrechazo desaparecerá de tu mente. Empezarás a aceptarte, y el amor que sentirás por ti será tan fuerte, que al final acabarás aceptándote por completo tal como eres. Así empezamos a ser libres los seres humanos. El perdón es la clave.
Es necesario que perdonemos a nuestros padres, a nuestros hermanos, a nuestros amigos y a Dios. Una vez perdones a Dios te perdonarás por fin a tí mismo, una vez te perdones a tí mismo el autorechazo desaparecerá de tu mente y empezarás a aceptarte y el amor que sentirás por tí será tan fuerte que al final acabarás aceptandote por completo tal y como eres.
Así empezamos a ser libres los seres humanos, el perdón es la clave.
Sabrás que has perdonado a alguien cuando lo veas y ya no sientas ninguna reacción emocional, oirás el nombre de esa persona y no tendrás ninguna reacción emocional.
Cuando alguien te toca lo que antes era una herida y ya no sientes dolor entonces sabrás que realmente has perdonado.
Extraído de;
Miguel Ruíz.
«Los cuatro acuerdos»







Replica a Cruzar La Noche Cancelar la respuesta