31 de diciembre
No vagabundees más. Que no has de tener tiempo para releer tus notas, ni las antiguas historias de los romanos y los griegos, ni extractos de tratados que habías reservado para tu vejez. Apresúrate, pues, en llegar al fin; despídete de las vanas esperanzas y mira por tu bien, si tienes cuenta contigo mismo, hasta que sea posible.
MARCO AURELIO, Meditaciones, 3.14
Participa en tu propio rescate.
Ahora eso es lo que te toca: seguir adelante. La respuesta no es otro libro, sino las elecciones y decisiones acertadas. Quién sabe cuánto tiempo te quede o qué te depare el mañana.
Pregunta del día: ¿Cómo convertiré estas palabras en obras?
Este fragmento nos recuerda que la responsabilidad que tenemos sobre nuestra vida es ineludible. Siempre tendremos que hacerle frente a las consecuencias de nuestros actos y nuestras pasividades. Podemos, como a veces lo hacemos, culpar a los demás por nuestra suerte, sin embargo, somos nosotros los únicos que tenemos la potestad de decidir cómo actuar.
Cada minuto que pasa es una oportunidad de mirarnos honestamente y darnos cuenta de los patrones de pensamiento que tenemos y la manera como estos afectan nuestro comportamiento. Podemos decidir deshacernos de aquellos que nos alejan de nuestros objetivos y cultivar aquellos que nos acercan a nuestros ideales.
La decisión consciente de hacerlo implica bastante esfuerzo y trabajo. Pero no debemos verlo como una suerte de martirio autoimpuesto. Por el contrario, es por medio de ese trabajo dedicado y apasionado que empezamos a vislumbrar el verdadero tamaño de nuestro potencial.
Esto puede llegar a ser abrumador porque nos damos cuenta sin lugar a dudas que en nosotros yace también la semilla del espíritu humano que ha transitado este rincón del universo por cientos de miles de años. Sentir ese impulso generacional es el aliciente más grande para levantarnos cada día a dar lo mejor de nosotros en esta gran épica humana.
Ahora eso es lo que te toca: seguir adelante. La respuesta no es otro libro, sino las elecciones y decisiones acertadas. Quién sabe cuánto tiempo te quede o qué te depare el mañana.
Feliz año nuevo para mi familia, mis amig@s, mis compañer@s de trabajo, mis alumnos y alumnas y sus familias.
¡Salud por el espíritu que lo anima todo!
David López Moncada
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