«Cuando el bebé nace, ese Otro encarnado en la función materna transforma las sensaciones de malestar y displacer- que se expresan a través del grito y el llanto- en un llamado, un decir a ella, las interpreta y responde atribuyéndole un significado. Realizando las acciones necesarias de acuerdo a lo que entiende que está necesitando- lo hace desde su saber inconsciente, en función de su historia individual, atravesado por la cultura en la cual vive- le ofrece aquellos objetos que lo/ a pueden calmar. Acompaña estas acciones donando miradas, caricias y palabras con una voz cargada de libido, que con sus matices melódicos y prosódicos lo/ a sostiene, convoca, aloja , seduce….»(Fragmento del escrito: Del grito sinsentido al acontecimiento de la palabra propia)
🎨 Ilustración de Tita dibuja.
@primlazos.psicopedagogia







Deja un comentario