Te amo.
Sin dudas ni miedos. Sin preguntas, sin esperas. Sin juzgarte.
Tanto tiempo te he mirado sin verte, sin amarte, sin abrazarte.
Y tú ahí, tan sol@ tan necesitad@ de atención y de afecto, con tanto miedo.
Somos el mismo ser y sin embargo, nos necesitamos:
Yo: tu encanto y tu risa. Tú: mi amor y mi abrazo.
Somos chispas de Dios,
somos seres de Amor,
que crecieron en un mundo lejano,
de ilusiones y fantasías poblado.
Tu mirada inocente me inspira.
Tus ojos brillan con mi propio llanto.
Siento el tiempo que perdí
creyendo que estábamos separadas.
He elegido protegerte
y no permitir ningún daño
que no pueda evitar mi suerte,
salvo al sanar lo dañado.
A veces no sé cómo quererte,
creo que lo he olvidado,
pero tú me pones delante la herida
y yo solo tengo que abrazarte confiad@ y en paz.
Sé que el secreto está en mirarte, reconocerme en ti
y entonces, sólo se me ocurre Amarte…







Deja un comentario