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En los 3 primeros meses de vida los bebés extrañan el útero materno.
Es por ello que lloran mucho, respiran de manera irregular, tienen cólicos y problemas de sueño.

Pero después de 3 meses ya son bebés diferentes, mucho más seguros.
Durante las primeras 12 semanas de vida, los padres deben brindar al bebé un ambiente lo más parecido al útero, en lugar de tratar de ambientarlo al mundo, 
ya que aún no está listo para ello.

Y también es importante que no se desesperen cuando esté sobre estimulado y llore demasiado.
En lugar de eso deben de aprender a identificar el tipo de llanto y darle la atención requerida a su pequeño (a).

Cuando llore y ya se haya descartado el cambio de pañal, la alimentación (la cual debe de ser siempre a libre demanda) o los cólicos, el bebé debe de ser arrullado constantemente y en paralelo. La mamá o el papá deben de hacer ruidos similares a un "Sshhhhhh" suave y rítmico (no brusco porque puede asustarlo)
Este ruido se asemeja a lo que el bebé escuchaba cuando estaba en el útero de su madre.

Es importante que en los primeros meses de vida del bebé, los padres estén muy pendientes de lo que ocurre con su bebé, que lo acaricien, lo arrullen, lo bañen, le hablen, lo cambien y alimenten cada vez que lo necesite.

A medida de que el bebé crezca ya existirá el tiempo y las maneras de crear rutinas necesarias.
Pero mientras son pequeñitos antes que un horario para alimentarse o aprender a calmarse solos, requieren amor, dedicación y tiempo de sus padres.
Así tendremos bebés y padres felices.

Fuente; Un bebé feliz.