Cuando las matemáticas se aprenden de manera sencilla y agradable, de manera práctica y concreta, y de acuerdo con la manera como el ser humano aprende naturalmente, no sucede que la gente termine odiando las matemáticas. Sino todo lo contrario.
María Montessori se dio cuenta de que todos los seres humanos tenemos una mente de naturaleza matemática, una mente naturalmente dispuesta para entender y aprender las matemáticas, que había que estimular desde temprana edad para que se desarrollara en todo su potencial.
Fuente;
Educación Montessori.
Foto: Casa Dei Bambini Foundation School (Nueva Zelanda)







Deja un comentario