La capacidad de ejercer control sobre el propio comportamiento, en medio de la tentación,se conoce como autodisciplina.
El Dr. H. Stephen Glenn, autor de Developing Capable Young People,
y Jane Nelsen,autora de Positive Discipline,están de acuerdo en que los niños menores de 7 u 8 años son realmente incapaces de tener autodisciplina.
(Glenn & Nelsen, 2000)
En términos de Montessori, la gratificación inmediata y la falta de control de los impulsos es un comportamiento concreto, mientras que la autodisciplina es más abstracta. Desde el punto de vista del desarrollo, los niños pequeños no son capaces de comprender las consecuencias de ceder a un comportamiento impulsivo.
(Glenn y Nelsen, 2000)
Esta investigación moderna apoya claramente la doctrina de la Dra. Montessori de los Tres Niveles de Obediencia.
“Lo que llamamos el primer nivel de obediencia es aquel en el que el niño puede obedecer, pero no siempre. Es un período en el que la obediencia y la desobediencia parecen estar combinadas”. (Montessori, La mente absorbente.)
* Este primer nivel de obediencia se observa generalmente en niños menores de 3 años; sin embargo, los niños mayores también pueden mostrar desobediencia. “Incluso después de los 3 años, el niño pequeño debe haber desarrollado ciertas cualidades antes de poder obedecer. No puede, de repente, actuar conforme a la voluntad de otra persona, ni puede captar, de un día para otro, la razón de hacer lo que le exigimos”. (Montessori, La mente absorbente.)
* “El segundo nivel es cuando el niño siempre puede obedecer o, mejor dicho, cuando ya no existen obstáculos derivados de su descontrol. Sus poderes ahora están consolidados y pueden ser dirigidos no solo por su propia voluntad, sino por la voluntad de otro”. (Montessori, La mente absorbente.) Este puede parecer el nivel más alto de obediencia; sin embargo, debido a que depende de variables externas (adultos o figuras de autoridad), esto no es verdadera disciplina, ya que el niño simplemente está satisfaciendo los deseos de otra persona, no los suyos propios.
* El tercer nivel de obediencia es cuando el niño “responde con prontitud y entusiasmo y a medida que se perfecciona en el ejercicio encuentra la felicidad de poder obedecer”. (Montessori, El descubrimiento del niño.) Esta es la etapa de la verdadera autodisciplina.
AUTODISCIPLINA EN EL AMBIENTE MONTESSORI: COMETER ERRORES ES PARTE NORMAL DE LA VIDA.
Los niños a menudo son castigados cuando cometen errores porque los adultos piensan que están siendo malos.
En lugar de castigar al niño, ya sea física o emocionalmente a través de la vergüenza y la humillación, debemos ver el mal comportamiento como un momento de enseñanza. La respuesta del adulto no debe ser una especie de venganza del tipo “tu comportamiento interrumpió mi lección, así que ahora te castigaré”.
Más bien, la respuesta debería ser una consecuencia lógica que:
- Se relaciona directamente con el comportamiento.
- Es respetuosa tanto con el niño como con el adulto
- es razonable tanto para el niño como para el adulto.
(Glenn & Nelsen, 2000)
Al responder al mal comportamiento,el maestro Montessori siempre considera el nivel de obediencia del niño y su capacidad de desarrollo para obedecer, ñy recuerda que los niños merecen un trato racional y respetuoso en todo momento.
Fuente;
Texto: Educación Montessori.
NAMC Montessori Teacher Training Blog.
https://montessoritraining.blogspot.com
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