La crianza consciente, basada en el respeto no es un método para que el niño haga caso, es una forma de entender y relacionarse con el mundo,con la sociedad y en especial con tu familia.
Cuando hablamos de validar emociones,contener, acompañar un desborde emocional,no nos referimos a técnicas para que el niño deje de hacer un berrinche,sino acciones que lo llevarán a sentirse mejor,comprendido, mirado, amado y respetado aún en sus “peores momentos”. Estamos construyendo esas bases de confianza y apertura para que nuestro Niño sepa que con nosotros puede desahogarse, encontrar consuelo y el sentido de pertenencia que todos necesitamos.
Además,uno de los pilares más importantes que esta filosofía de vida aporta, es la comprensión de lo que es esperado para el niño, sus procesos de desarrollo (que por lo general nos preocupamos por adelantar). Comprenderlo, hará que como padres estemos menos ansiosos y expectantes porque nuestros hijos cumplan estándares cada vez más desligados de la naturaleza del niñ@.
No hay forma más auténtica de disfrutar la infancia de tus hijos (y tu maternidad) que desde mirarla con amor, respeto y compasión.
Fuente;
Psicopedagoga Natalia Calderón de.
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