“No me sigan a mí. Sigan al niño.”
MARÍA MONTESSORI.
“Seguir al niño supone mucha dosis de humildad, no creer que lo sabemos todo... Un niño puede enseñarte tantas cosas... que, si pudiéramos simplemente aceptarlo, estaríamos dando pie al nacimiento de una nueva humanidad libre, feliz y conectada con su misión y su naturaleza... Somos los adultos los que tenemos que trabajar en nosotros mismos; nuestras lentes distorsionadas no nos permiten observar y ayudar al desarrollo de la vida de un niño de forma coherente con su naturaleza.
Debemos aceptar que el niño cuando se comporta como no nos gusta, simplemente está llevando a cabo su misión de ayudarnos. Los niños nos imitan, son nuestros espejos, están aquí para ayudarnos a crecer. Un niño encaja en su familia como un puzzle. Viene con un mensaje apropiado para cada uno de sus padres.
"Aprendamos a escuchar con el corazón.”
VANESA HERVAS.







Deja un comentario