- Los premios destruyen la motivación interna.
- Las recompensas socavan las tendencias altruistas en los niños.
- Si los premias por ayudar en casa, su disposición para ayudar disminuirá.
Hace más de 100 años, María Montessori se dio cuenta de esto, y decidió eliminar los premios y recompensas de sus escuelas. Hoy, la ciencia demuestra que no se equivocó.
Esto que aquí se plantea es demostrado por un estudio realizado en Alemania, en el Instituto Max Planck de antropología evolutiva, entre otros.
Fuente;
Educación Montessori.
Foto: Rebecca Wang.







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