Si alguien nos enfada…

Esto que estas sintiendo es por ti, por tu estabilidad mental y emocional...solo es por ti.

Que hoy, ayer o en algún momento de tu vida experimentaste alguna molestia por algo que sucedió o que alguna persona te dijo o hizo. Independientemente de lo que haya sido, el punto es que en esos momentos le confieres demasiado poder a esa persona o a esa situación ¿por qué?logra desequilibrar tus emociones y sacar lo peor de ti...


Si alguien nos enfada es porque le hemos concedido el permiso para hacerlo, pues en realidad cuando alguien nos enfada, lo que internamente resuena en nuestro interior es;

“lo que tú piensas sobre mí, es más importante 
que lo que yo pienso sobre mí”.

Es por que ese alguien es y ha sido importante en mi vida!

Es imposible controlar lo que otros dicen,hacen e incluso cómo se desarrollan ciertas situaciones. 
Lo que sí podemos dominar es nuestra actitud y reacción hacia ello. 
 
Por supuesto que suena muy fácil si lo lees, pero 
la verdad es que lleva mucho trabajo identificar, en el momento de tu enojo, por qué respondes de esa forma y qué puedes hacer para calmarte.
Y mas cuando ese enojo no es correspondido porla otra persona...Sin embargo,es completamente posible a través de la práctica.

Resulta que en lugar de hacernos cargo de nuestras emociones y sentimientos, de dirigirnos hacia dentro de si mismo y asumir la responsabilidad 
de lo que sentimos, otorgamos el poder o el consentimiento a los otros. 

«Nos enojamos por 
que ese alguien no es como nosotros queremos que sea o por que no actua segun nuestro criterio» sin reconocer que podemos estar llenos de prejuicios.

Empieza por dejar de culpar a los demás por tu molestia, después de todo, 
¿qué culpa tienen ellos de que hayas decidido reaccionar así?. Algo que sale de ti y de tu mente. Acaso es culpa de los demás? Piénsalo.

El punto es que una vez estas consciente de que puedes controlar esta emoción es mucho más fácil lidiar con situaciones complejas y al final del día logras vivir una vida mucho más tranquila y libre de angustias. Así que cada vez que te sientas irritado, molesto o lleno de ira recuerda esta frase
y concéntrate para que tu mente decida no dejarse llevar por lo que sucede.

"Tu actitud es la línea entre tener un mal día 
o un buen día"