Pues señor, aunque te asombre,
en mi mano guardo un nombre.
Lo pinto, le saco brillo
y lo escondo en mi bolsillo.
Desde una letra ondulada
parten más, encadenadas,
y se acaba y se acabó
con el rulo de la o.
Adivina, adivinador:
¿cuál es ese nombre
con gustito a flor
y frescor de yuyo?
¡El tuyo!
¡El tuyo!
¡El tuyo!
Fuente; "Primeros Lazos"
🎨 Ilustración; Monica Del Llano.







Deja un comentario