Los niños con TDAH necesitan un ambiente estructurado y tranquilo. Las señales visuales y la retroalimentación positiva son importantes, junto con descansos cortos y actividades físicas. La participación activa y la enseñanza multisensorial ayudan a mantener la atención, mientras que las metas claras y la colaboración con los padres son fundamentales.










Fuente; Imágenes infantiles.







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