Séneca Cartas 65.21.
«Más soy y para mayores cosas nací que para ser esclavo de mi cuerpo»
El cuerpo es un indiferente preferido para los estoicos, una herramienta para cumplir con el propósito de estar vivo. ¿Cuál es ese propósito? Los deberes.
Panecio habla a través de Cicerón de cuatro deberes: El Universal, los dones, el situacional, y el de libre selección.
El deber universal se refiere a tu constitución, qué eres, quién y dónde: un ser social en un mundo guiado por Razón Universal. Entonces, este conocimiento dicta el deber de servir a otros y amarlos porque somos todos Uno.
El deber de los dones se refiere a tus habilidades, usarlas para bien, compartir estos dones que puedan beneficiar a otros.
El deber situacional tiene que ver con lo que Destino trae, las situaciones no preferidas, principalmente. Aquí tienes el deber de practicar las virtudes y comportarte como lo que eres: ser racional, ser pensante–más no reaccionar a base de instintos.
Por último, encontramos el deber de libre selección. Estos son los pasatiempos y otras cosas que decidimos incluir en nuestro diario vivir.
«Donde quiera que haya un hombre hay ocasión de hacer beneficio»
Séneca Vida Beata 24.3
En cada momento, el estoico está activo. Si no estás durmiendo, juegas un rol. Conocer qué rol juegas y cuándo, y entender los deberes que conllevan, impactará enormemente tu progreso como estoico».
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