
¡No! ¡La vida no me ha decepcionado! Antes bien, según van pasando los años la encuentro más verdadera, más apetecible y más misteriosa, desde aquel día en que vino sobre mí el gran liberador, aquel pensamiento de que es lícito que la vida sea un experimento del que conoce, ¡y no un deber, no algo fatídico, no un engaño! Y el conocimiento mismo puede que para otros sea algo distinto, por ejemplo un diván o el camino hacia un diván, o un entretenimiento, o una ociosidad: para mí es un mundo de los peligros y victorias en el que también los sentimientos heroicos tienen sus lugares de danza y de juego. «La vida un medio del conocimiento»: ¡con este principio en el corazón se puede vivir no solo valientemente, sino que incluso se puede vivir alegremente y reír alegremente! ¿Y quién sabría reír y vivir bien, si antes no supiese mucho de guerras y victorias?»
Friedrich Nietzsche, La Gaya Ciencia 324.







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